Las vueltas que da la vida...

Hace un año se decretaba el estado de alarma. Pasaron días en los que lo único que podíamos hacer era salir al balcón para tomar un poco el aire, y esto solo los que teníamos el privilegio... Hace un año que estaba acabando una batalla, con miedo a la pandemia, pero con ganas de que todo acabase bien...  Y así fue, una lucha dura, pero con un final feliz. Ahora, un año después, seguimos en estado de alarma, con una pandemia, que a veces parece que nos da un respiro, pero otras nos vuelve a encerrar. Y como si fuera poco, toca volver a ponerse los guantes de boxeo. Toca volver a luchar. Toca subir al ring más fuertes que nunca...

 Llevo unos días dándole vueltas en la cabeza a algunas cosas. La verdad que no se si revelarlas, porque alguno me juzgará, pensará lo que no soy, sin realidad entender de verdad lo que quiero expresar... O también puede suceder que nunca nadie lea mis palabras, con lo que daría igual lo que dijera... Pero una cosa es cierta, yo quedaría libre de todo lo que lleva dándome vueltas en la cabeza... Después de que haya pasado el día de la mujer, ese día por el que muchas luchan para una igualdad entre hombres y mujeres, en todos los sentidos, yo pienso... Es cierto que hay que seguir luchando para que las mujeres en ciertos aspectos tengan un trato igualitario a los hombres, pero también es cierto que hay en ciertas circunstancias que las mujeres tienen un trato de favor y por ello no se protesta. Me voy a explicar, y no me malinterpretes, que yo soy mujer. Pero no se puede luchar por una igualdad cuando hay momentos en la vida que las mujeres salen beneficiadas. Un ejemplo es para acceder